Todo fue una sorpresa ya que José Luis  y María Lourdes no sabían en lo que sus hijas Rebeca y Jéssica les habían metido. La idea de esta experiencia la tuvieron las hijas, ya que de este modo querían darles las gracias a sus padres por haberles dado todo lo que tienen y haberles dado una formación.

Llevan muchos años queriendo arreglar la cocina, pero por falta de presupuesto no han podido hacerlo. A María Lourdes le encanta cocinar, fan número uno de Arguiñano,  dedica sábados y domingos a seguir sus libros de recetas para hacer tupper para toda la semana para sus hijas.

María Lourdes va encontrando dificultades con el acceso a la zona alta de la cocina, la cual ya se encuentra desactualizada y con deficiencias típicas de la antigüedad y el uso. Actualmente, no disponen de horno, ya que este va unido a la cocina de fuegos, y para poder cambiarlo tienen que desmontar toda la encimera. A pesar de todos los apaños que ha ido realizando José Luis de buena fe, actualmente no disponen de espacio para poder realizar una comida los cuatro juntos.